Chile y Bolivia abrieron un diálogo formal y técnico para resolver la histórica demanda de La Paz de lograr una salida al océano Pacífico. Es la primera vez, en 33 años, desde el fracaso de la negociación de Charaña, que los dos países discuten temas concretos sobre una eventual salida.
El acuerdo, sellado por el canciller David Choquehuanca y su par chileno, Alfredo Moreno, fijó para el 7 de febrero en la ciudad de La Paz la primera reunión de este equipo de trabajo.
“Tenemos que encontrar una solución útil, factible y concreta”, dijo Choquehuanca, tras el encuentro de ocho horas de trabajo en la Cancillería chilena, aledaña al Palacio presidencial de La Moneda.
Moreno, luego de destacar el “acercamiento entre los pueblos y gobiernos”, valoró que la iniciativa fue impulsado por el presidente, Evo Morales, y su par chileno, Sebastián Piñera.
Choquehuanca, tras señalar que no hay plazos para lograr un acuerdo, sostuvo que la comisión deberá “encontrar y encaminar una solución” al problema de la mediterraneidad boliviana.
7
de febreroEsta es la fecha del primer paso que dará la Comisión Binacional en La Paz.
La comisión, integrada por los cancilleres, los vicecancilleres y dos secretarios ejecutivos de dedicación exclusiva, analizará, eso sí, todos los tópicos y asuntos importantes para la relación bilateral. “Hemos hecho una revisión de todos los temas de la agenda”, reveló Choquehuanca, acompañado en la cita por la vicecanciller Mónica Soriano y el cónsul Wálker San Miguel, ex ministro de Defensa.
Para Chile, desde militares a líderes políticos, el acuerdo es impensado sin un pacto amplio de integración que otorgue estabilidad estratégica a la relación, conflictuada desde la Guerra del Pacífico de 1879.
Dicha postura fue compartida en un inédito seminario en diciembre en la sede del ex Congreso chileno por líderes del oficialismo y la oposición, además de ex jefes castrenses.
“Desde siempre he sido partidario de un corredor soberano para Bolivia en la frontera con el Perú”, dijo incluso el ex canciller Mariano Fernández, de la opositora Democracia Cristiana.
“Hay que buscar un acuerdo amplio de integración, no sólo una salida al mar”, agregó el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre.
Las palabras de Cheyre apuntaron al interés de las empresas chilenas de penetrar el mercado boliviano, como lo hicieron con el Perú, adonde invirtieron unos 7.000 millones de dólares desde 1990.
En ese marco, el canciller Moreno, un ex encargado de negocios internacionales de grupos económicos chilenos, subrayó que la opción de lograr un acuerdo sería “un desarrollo muy importante para Chile”.
El acuerdo político, que apuntaría a una cesión territorial sin soberanía, tendrá su primer paso el 7 de febrero, cuando la comisión sesione en La Paz para definir los mecanismos de trabajo.
El acuerdo, que es seguido con atención por el Gobierno del Perú, ocurrió de hecho en la antesala de una visita del presidente Alan García a Santiago este miércoles y jueves. “Los pesimistas dicen no es tan buen momento (para visitar Chile)”, dijo García el domingo, debido a que su país cuestiona en La Haya la frontera marítima con Chile (DPA).
El acuerdo, sellado por el canciller David Choquehuanca y su par chileno, Alfredo Moreno, fijó para el 7 de febrero en la ciudad de La Paz la primera reunión de este equipo de trabajo.
“Tenemos que encontrar una solución útil, factible y concreta”, dijo Choquehuanca, tras el encuentro de ocho horas de trabajo en la Cancillería chilena, aledaña al Palacio presidencial de La Moneda.
Moreno, luego de destacar el “acercamiento entre los pueblos y gobiernos”, valoró que la iniciativa fue impulsado por el presidente, Evo Morales, y su par chileno, Sebastián Piñera.
Choquehuanca, tras señalar que no hay plazos para lograr un acuerdo, sostuvo que la comisión deberá “encontrar y encaminar una solución” al problema de la mediterraneidad boliviana.
7
de febreroEsta es la fecha del primer paso que dará la Comisión Binacional en La Paz.
La comisión, integrada por los cancilleres, los vicecancilleres y dos secretarios ejecutivos de dedicación exclusiva, analizará, eso sí, todos los tópicos y asuntos importantes para la relación bilateral. “Hemos hecho una revisión de todos los temas de la agenda”, reveló Choquehuanca, acompañado en la cita por la vicecanciller Mónica Soriano y el cónsul Wálker San Miguel, ex ministro de Defensa.
Para Chile, desde militares a líderes políticos, el acuerdo es impensado sin un pacto amplio de integración que otorgue estabilidad estratégica a la relación, conflictuada desde la Guerra del Pacífico de 1879.
Dicha postura fue compartida en un inédito seminario en diciembre en la sede del ex Congreso chileno por líderes del oficialismo y la oposición, además de ex jefes castrenses.
“Desde siempre he sido partidario de un corredor soberano para Bolivia en la frontera con el Perú”, dijo incluso el ex canciller Mariano Fernández, de la opositora Democracia Cristiana.
“Hay que buscar un acuerdo amplio de integración, no sólo una salida al mar”, agregó el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre.
Las palabras de Cheyre apuntaron al interés de las empresas chilenas de penetrar el mercado boliviano, como lo hicieron con el Perú, adonde invirtieron unos 7.000 millones de dólares desde 1990.
En ese marco, el canciller Moreno, un ex encargado de negocios internacionales de grupos económicos chilenos, subrayó que la opción de lograr un acuerdo sería “un desarrollo muy importante para Chile”.
El acuerdo político, que apuntaría a una cesión territorial sin soberanía, tendrá su primer paso el 7 de febrero, cuando la comisión sesione en La Paz para definir los mecanismos de trabajo.
El acuerdo, que es seguido con atención por el Gobierno del Perú, ocurrió de hecho en la antesala de una visita del presidente Alan García a Santiago este miércoles y jueves. “Los pesimistas dicen no es tan buen momento (para visitar Chile)”, dijo García el domingo, debido a que su país cuestiona en La Haya la frontera marítima con Chile (DPA).
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