El ministro David Choquehuanca en una entrevista en la que confirma el buen momento que, a decir del Gobierno, pasan las relaciones bilaterales con Chile. A la espera de un encuentro presidencial, donde se proseguirán las reuniones de alto nivel y con la esperanza de lograr, de parte del país trasandino, propuestas “útiles, concretas y factibles”, no descarta un desarrollo gradual, aunque sin perder el fin último: un acceso soberano al mar.
— Canciller, con la esperanza de que no sea la típica entrevista del Día del Mar, ¿qué novedades hay en la relación con Chile de cara a la resolución del tema marítimo?
— Han pasado 132 años. Hubo en este lapso muchos acercamientos, muchas reuniones para resolver este tema pendiente, que no sólo es entre Bolivia y Chile; la comunidad internacional sabe que hay dos temas por definir en la región: Malvinas y la demanda marítima boliviana... Ahora, desde que asumimos el gobierno logramos que Chile incorpore (el tema marítimo) en la agenda de manera formal y sistemática. Ésta es la agenda de los 13 puntos, que incluye el problema marítimo. En la segunda gestión del presidente Morales, ya en el Estado Plurinacional, con la nueva administración del presidente Piñera, se logra dar otro paso importante: hacer que ambos gobiernos se comprometan, como está registrado en un acta, que en próximas reuniones trabajen propuestas útiles, concretas y factibles.
— ¿Para cuándo se prevén estas propuestas?
— Estaban previstas para diciembre (del 2010), ya que este mecanismo de consultas políticas, donde el tema marítimo se toca a la cabeza de los vicecancilleres, se activa dos veces al año. No pudo hacérselo esa fecha, por eso se ha quedado en una reunión presidencial en Foz de Iguazú, donde se decide crear una comisión binacional de alto nivel a la cabeza de los cancilleres, que debe reunirse las veces que sean necesarias hasta alcanzar estas propuestas concretas, útiles factibles. En este marco nos reunimos en Santiago de Chile para avanzar y establecer algunas bases, y luego en Bolivia, donde se ratifica que ya es hora de trabajar las mencionadas propuestas, para lo cual se coordina otra reunión presidencial, que debía celebrarse en ocasión de la Cumbre África-América Latina, que fue postergada y debía realizarse a mediados de marzo.
— En concreto, ¿qué se acordó en la reunión de cancilleres? Nos imaginamos que los presidentes iban a conversar sobre puntos ya establecidos...
— Avanzar. Lo que pasa es que se estableció un mecanismo para no generar falsas expectativas, no manejar políticamente el tema ni negociar a través de los medios. Una vez que tengamos el documento, se lo haremos conocer a nuestros pueblos. Desde luego, nosotros no vamos a firmar nada sin que tenga la aceptación del pueblo boliviano.
— De todos modos, pese a lo reservado y delicado del tema, existe una historia de las relaciones entre ambos países donde ya hubo avances, como propuestas de enclaves y corredores, además de canjes territoriales. ¿Cuáles son los niveles de avance considerando estos antecedentes?
— Tenemos una larga historia desde la Audiencia de Charcas. Es importante mirar atrás, pero también superar el pasado y tener la capacidad de encontrar espacios conjuntos a través del diálogo y mecanismos pacíficos, que convenzan no sólo a Bolivia sino también a Chile. Esperaremos a ver qué plantea Chile. La posibilidad de canje territorial no debería pasar por nuestras mentes, no está en nuestra Constitución...
— Si bien el canje territorial no es posible, sí se han planteado recientemente enclaves y corredores...
— Seguramente en la mesa de negociaciones se presentarán varias fórmulas. Veremos qué nos plantea Chile.
— Para Bolivia, ¿qué significa propuestas ‘útiles, concretas y factibles’?
— Está en nuestra Constitución: retorno a las costas del Pacífico con soberanía. Esto es algo irrenunciable, pero podemos avanzar gradual y progresivamente hasta encontrar una solución definitiva.
— ¿Podemos entender por ‘gradualidad’ que al inicio no se llegue a un acuerdo que incluya la soberanía, aunque sin perder ese norte como solución final?
— Depende de las fórmulas que Chile nos presente.
— Pero esta última fórmula que le mencionamos no se descarta...
— Es que no puedo especular...
— Se lo decimos porque algunas voces chilenas también lo han planteado recientemente, es decir llegar a un acuerdo inicial sin soberanía, pero sin que ésta sea el último fin...
— No se descarta, pero hay que trabajar callados. Sólo hay que trabajar, no sirve de nada especular, calcular, no podemos adelantar respuestas...
— ¿Tiene carácter oficial la propuesta de un enclave sin soberanía con la posibilidad para Bolivia de transportar algunos productos?
— El Tratado de 1904 establece el libre tránsito sin restricciones, con un avance progresivo.
— ¿Con Bachelet se negoció algún enclave?
— En varias ocasiones indicamos que estamos en un proceso de diálogo y negociación que aún no ha terminado, y donde hay varias propuestas...
— ¿La diplomacia de los pueblos ha agregado algo a las relaciones con Chile?
— Ha tenido una importancia única. Hubo encuentros de la sociedad civil, autoridades locales y municipales, medios de comunicación y otros. Gracias a ello se habla de mar para Bolivia...
— En este ambiente de confianza mutua y en el marco de la gradualidad, ¿es posible pensar en estrechar relaciones comerciales, en concreto: venderle gas a Chile?
— Tenemos que avanzar, trabajar en todos los campos. Ambos pueblos se necesitan... El tema del gas no está en la agenda de los 13 puntos, lo que no significa que en algún momento no se toque.
— ¿Puede ser un factor de negociación: gas por mar, quizás?
— Eso es de otros gobiernos. No se ha planteado.
— En caso de que se diera, ¿qué está Bolivia dispuesta a ofrecer a cambio de soberanía?
— Es nuestro derecho, cómo vamos a renunciar a nuestro derecho. Parecemos pro chilenos.
— No es eso, Canciller. Usted mismo ha aclarado que es una negociación, por lo tanto hay dos partes negociando...
— Estamos reclamando nuestro derecho...
— Por lo tanto, soberanía a cambio de nada...
— No hay aspiración, como dicen los chilenos, incluso algunos medios dicen que ‘nosotros aspiramos’. No es así, estamos reclamando nuestro derecho, no es a cambio de nada.
— Pero Chile va a pedir algo...
— No sabemos, Chile puede pedir todo, pero consideramos que hay avances.
— ¿Qué hay con la fecha límite que dispone la Constitución para acudir a un organismo internacional en caso de que no se llegue a un acuerdo?
— La Constitución nos da un plazo de cuatro años desde su puesta en vigencia o desde que fue aprobada, ese dato debe ser aclarado por los juristas. Una vez que esto suceda, debemos renegociar los tratados internacionales en los próximos cuatro años.
— ¿Hasta entonces, que deberíamos lograr en el tema marítimo?
— Hemos demostrado en la práctica que queremos llegar a una resolución mediante el diálogo; seguimos en ese camino bilateral. Si nosotros alcanzamos a resolver, a dar pasos concretos, útiles, factibles, progresivamente, será una satisfacción para todos. Pero tenemos que mostrar resultados.
— ¿No entra el Perú en esta negociación?
— En caso de que alguna propuesta sea por territorios que antes fueron del Perú, entonces entra; pero no necesariamente.
— Sea cual fuere el resultado, al parecer, especialmente para Chile, éste tendrá que ser consultado con su población. ¿El Gobierno confía en algún referéndum en Chile?
— No me gusta especular. Esperaremos. Antes no se hablaba de referéndum, pero eso puede cambiar, en dos meses, un año, tres años.
— En las negociaciones que llevan adelante, ¿entra el resultado del referéndum del 2004, aquí en Bolivia?
— Cuando nosotros construimos la agenda de los 13 puntos, no tomamos en cuenta este (referéndum), porque en lugar de ayudar a acercar a nuestros pueblos, los ha aislado, ha deteriorado las relaciones. Queríamos tener una relación positiva. No es que lo desconocemos, pero no entraba como elemento de negociación.
— Después de todo, era un referéndum nacional…
— Así es. Hay temas que no son necesarios incorporar…, en la agenda de los 13 puntos no están temas que van a perjudicar nuestras relaciones; no está el tema gas, por ejemplo.
— ¿Cuál es el cronograma de trabajo con Chile?
— Ha habido una reestructuración en este ministerio; tenemos un nuevo viceministro, que una vez que se internalice en el tema ya podrá tener encuentros con su par chileno para continuar el diálogo. También queremos reforzar que personal especializado, profesionales calificados, puedan dedicar el cien por cien de su tiempo, porque es uno de los temas más importantes y delicados que tenemos todos.
— También existía la posibilidad de convocar a ex cancilleres y ex autoridades diplomáticas para conformar este grupo de alto nivel…
— No para este grupo. Ya hemos visto los resultados que han tenido los ex cancilleres. Si tú ves que alguien ha jugado mal en el partido de fútbol, si quieres una buena selección, no los vas a convocar a los que han perdido o a los que no han hecho nada. Eso no significa que descartemos la experiencia que ellos tienen, porque también son parte de la memoria oral histórica; en algún momento los vamos a convocar, no sólo a los cancilleres; hay personas que han hecho seguimiento a este tema.
— Finalmente, ¿tiene algún mensaje para hoy, 23 de marzo, Día del Mar?
— Como le decía. Que no es ninguna aspiración (la soberanía), es nuestro derecho, y que volveremos (al Pacífico).
Los hitos entre Bolivia y Chile
1950
Chile propone el “Corredor Boliviano” al norte de Arica. Sin embargo, las negociaciones abortan debido a un diálogo sostenido en Estados Unidos en el que el Presidente chileno comunicó estos planes (confidenciales) al presidente Truman, quien luego los dio a conocer a la prensa.
1975, 8 de febrero
Banzer y Pinochet suscriben una declaración en la que anuncian el restablecimiento de relaciones diplomáticas (cortadas en 1962). Los chilenos luego ofrecen un corredor por Arica, Bolivia pide un enclave más y los peruanos quieren una región trinacional. Fracasa el Tratado.
1987, abril
Representantes de Bolivia y Chile se reúnen en Montevideo, Uruguay. La Cancillería boliviana repone dos propuestas de negociación: la cesión por parte de Chile de una franja territorial soberana al norte de Arica, o el establecimiento de un enclave boliviano en el litoral chileno.
2011,marzo
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Sebastián Piñera, de Chile, debían reunirse en marzo del 2011 en la Cumbre África-América Latina. Debido al conflicto en los países árabes, la cumbre fue postergada, posponiéndose también, sin fecha, la reunión de ambos mandatarios.
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