Entre 1979 y 1989, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió 11 resoluciones referidas a solucionar la demanda de una salida soberana al mar, en las que se declaró también que se trata de un tema de interés hemisférico, sin embargo, Chile sólo tomó en cuenta la disposiciones de 1980 y la de 1983, según el ex canciller boliviano Armando Loaiza.
La primera establece una solución al problema marítimo en Bolivia, planteando un arreglo pacífico negociado con el objetivo de que el país cuente con una salida soberana al mar. “En ese entonces, Chile aceptó tomar en cuenta el pedido y de alguna forma iniciar un acercamiento entre ambos países para poder sostener conversaciones, pero no hubo los resultados que se esperaban”, explicó Loaiza.
Pero en 1983 y gracias la mediación de Colombia (lugar donde de realizó la Asamblea General, en 1985), que recibió una propuesta de Chile y Bolivia denominada “enfoque fresco”, se inició una nueva etapa de relación y negociación bilateral.
“La resolución de la OEA dio pie a la negociación que tomó mayor fuerza en 1986”, agregó.
Bolivia planteó la cesión de un corredor soberano al norte de Arica; la propuesta incluso contenía coordenadas geográficas.
Asimismo, establecía un enclave con tres alternativas: la Caleta Camarones y Pisagua; entre Tocopilla y Cobija; y, por último, entre Michilla y Mejillones.
La propuesta boliviana fue presentada por el entonces canciller Guillermo Bedregal a Chile en 1987, en Montevideo, Uruguay; fue su homólogo chileno, Jaime del Valle, quien recibió el documento.
“Pero luego Bolivia expresó que no estaba preparada para ofrecer ninguna compensación territorial. Chile esperaba un canje de territorio equivalente y determinó que no se avanzaría más en el acuerdo. Desde entonces, excepto esas dos resoluciones, ninguna fue tomada en cuenta por Chile. Augusto Pinochet aún era presidente”.
Loaiza señaló que las disposiciones siguen vigentes porque fueron aprobadas conforme al estatuto de la asamblea general por al mayoría de los países que integra la OEA; “normalmente, las resoluciones se aprueban por consenso, pero cuando hay oposición, se opta por votar y el resultado se rige según la mayoría de los miembros”.
En esta jornada, el canciller David Choquehuanca pondrá sobre el tapete en el pleno de la OEA las 11 resoluciones emitidas hace 32 años para “denunciar” que Chile no ha dado cumplimiento a las recomendaciones respecto al tema marítimo.
La primera establece una solución al problema marítimo en Bolivia, planteando un arreglo pacífico negociado con el objetivo de que el país cuente con una salida soberana al mar. “En ese entonces, Chile aceptó tomar en cuenta el pedido y de alguna forma iniciar un acercamiento entre ambos países para poder sostener conversaciones, pero no hubo los resultados que se esperaban”, explicó Loaiza.
Pero en 1983 y gracias la mediación de Colombia (lugar donde de realizó la Asamblea General, en 1985), que recibió una propuesta de Chile y Bolivia denominada “enfoque fresco”, se inició una nueva etapa de relación y negociación bilateral.
“La resolución de la OEA dio pie a la negociación que tomó mayor fuerza en 1986”, agregó.
Bolivia planteó la cesión de un corredor soberano al norte de Arica; la propuesta incluso contenía coordenadas geográficas.
Asimismo, establecía un enclave con tres alternativas: la Caleta Camarones y Pisagua; entre Tocopilla y Cobija; y, por último, entre Michilla y Mejillones.
La propuesta boliviana fue presentada por el entonces canciller Guillermo Bedregal a Chile en 1987, en Montevideo, Uruguay; fue su homólogo chileno, Jaime del Valle, quien recibió el documento.
“Pero luego Bolivia expresó que no estaba preparada para ofrecer ninguna compensación territorial. Chile esperaba un canje de territorio equivalente y determinó que no se avanzaría más en el acuerdo. Desde entonces, excepto esas dos resoluciones, ninguna fue tomada en cuenta por Chile. Augusto Pinochet aún era presidente”.
Loaiza señaló que las disposiciones siguen vigentes porque fueron aprobadas conforme al estatuto de la asamblea general por al mayoría de los países que integra la OEA; “normalmente, las resoluciones se aprueban por consenso, pero cuando hay oposición, se opta por votar y el resultado se rige según la mayoría de los miembros”.
En esta jornada, el canciller David Choquehuanca pondrá sobre el tapete en el pleno de la OEA las 11 resoluciones emitidas hace 32 años para “denunciar” que Chile no ha dado cumplimiento a las recomendaciones respecto al tema marítimo.
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