miércoles, 23 de marzo de 2011

Plan audaz para recuperar el mar

Chile devuelve a Perú la región de Arica, Bolivia accede al mar y a una costa de 450 kilómetros desde Rada Sol y el primero se queda con Chuquicamata en el Litoral, así podría resumirse  la propuesta del arquitecto paceño Wálter Federico Nielsen-Reyes Sánchez.

Sobrino del ex diplomático Federico Nielsen Reyes, el arquitecto defiende su posición tal cual lo haría un soldado desde un puesto de batalla. Para él no hay negociaciones limitadas circunscritas a sesiones de gas o agua dulce. “Todo forma parte de un paquete de negociaciones”, insiste.

El nuevo mapa  sugiere que a cambio del cautivo y extenso territorio boliviano, Chile devuelva la provincia de Arica a Perú, y que los peruanos a cambio, observando el Tratado de 1929, permitan que Chile ceda a partir de Pisiga la franja por la que Bolivia logre acceso propio, soberano, al océano Pacífico hasta terminar en una porción recuperada de su costa propia en el Litoral.

Si bien se resigna la posibilidad de recuperar todo el territorio cautivo, considera que lo que interesa prioritariamente es “salir a la vecindad del mundo”.

Para el arquitecto, así los peruanos podrán recobrar Arica hasta la Quebrada y el río Camarones que posteriormente puede ser el eje de Perú y Chile. Mientras que los bolivianos pueden reconquistar Tocopilla, Cobija, Loa, La Mar, Mejillones y pasando hasta Antofagasta. A cambio se permite que el ferrocarril de Chuquicamata pase y pueda seguir exportando el cobre.

Franja. La propuesta comprende, además, ceder a Chile, Bolivia y Perú una franja adicional. “Es una sesión de 24 mil kilómetros cuadrados de soberanía compartida además entre los tres países para relación de amistad”. Esta región quedaría, según el mapa al lado de la antigua frontera Perú-Bolivia.

Nielsen Reyes-Sánchez cree que esta propuesta es mucho mejor que la de Charaña en 1975. “Aquello era un miserable corredor que ofreció Chile con un territorio cautivo peruano. Eso no es ni el uno por ciento útil de los 158 mil kilómetros cuadrados que nos usurparon en 1879”. Son preferibles 450 kilómetros de costa, según su proyecto, a los 10 kilómetros que se ofreció en Charaña.

En un estilo sereno, pero seguro, Nielsen Reyes-Sánchez, de 79 años, apunta y dispara. “Se nos dice siempre: ‘El mar nos pertenece y recuperarlo es un deber’. Eso es un absurdo. Debería decir: ‘El Litoral nos pertenece y recuperarlo es un deber’, porque el océano viene como consecuencia lógica; somos dueños del mar que es universal porque es de todos con sus limitaciones. Debemos recuperar derechos sobre el Litoral”.

El arquitecto, y apasionado  de la causa marítima desde hace 40 años, cree que Bolivia debería acudir a un Tribunal Internacional y si Chile se niega a comparecer ante él “no importamos ni un alfiler de ellos”. Asimismo, cree que se debería exportar el gas por Perú. “Tenemos la llave del grifo y podemos abrirla cuando queramos”.

Recursos para un concurso

-El arquitecto Wálter Nielsen Reyes-Sánchez considera que el Gobierno debe conformar una comisión de alto nivel y dotarla de recursos  económicos para que convoque a un concurso internacional donde se premie al mejor proyecto que permitan una salida al mar.

-El autor sugiere, además, la nulidad del funesto Tratado de 1904, incluso con el resarcimiento de daños y perjuicios causados en más de un siglo de explotaciones.

-Exige que un Tribunal Supremo Internacional dirima la situación, resolviendo con comprensión humanística y rigor el caso de Bolivia-Perú frente a Chile con el concepto universal de hacer el bien en favor de partes.

Los hitos entre Bolivia y Chile

1880, 26 de mayo
Se produce la Batalla del Alto de la Alianza, o Batalla de Tacna siendo una de las acciones militares más grandes de la Guerra del Pacífico.  Se enfrentaron los ejércitos aliados del Perú y Bolivia contra Chile. El Ejército de Chile derrota a su contraparte aliada y Bolivia se retira.

1883, 20 de octubre
Se firma el tratado de Ancón (Perú), que pone fin a la guerra de Chile contra Perú y Bolivia. Se dispuso la entrega “a perpetuidad e incondicionalmente” a Chile, por parte de Perú, de Tarapacá, mientras que Tacna y Arica quedaron bajo la tutela chilena por diez años.

1884
Tras un Pacto de Tregua con Bolivia, Chile estableció que el territorio comprendido entre el río Loa y el paralelo 23 quedaría bajo Chile, mientras que Bolivia tendría acceso a los puertos de Arica y Antofagasta, para poder sacar sus productos al mar. Establecen tregua indefinida.

1895, 18 de mayo
Chile y Bolivia firman un Tratado especial sobre transferencia de territorio que posibilitaría el acceso boliviano al mar por Tacna, Arica, Vitor o Camarones, en función del resultado del plebiscito sobre Tacna y Arica. El acuerdo fracasó,  Perú vio en ello un acto inamistoso.

Los prejuicios entorpecen a Chile y Bolivia

Considero que si hay algo que entorpece nuestra relación, además del tema marítimo, son los prejuicios que tenemos unos respecto de los otros. La superación de los prejuicios constituye una tarea concreta a realizar en torno a cualquier proceso de integración.

Un medio apropiado para superar los prejuicios que hay entre nosotros es el conocimiento mutuo y la mejor manera de hacerlo es a través de viajes que nos permitirían conocernos en el ambiente donde vivimos.

La posición de Chile respecto de la demanda marítima boliviana no ha sido la misma a través del tiempo, no obstante que algunos creen lo contrario.

Las propuestas chilenas sobre el tema marítimo no suponen modificar el Tratado de 1904, sino la suscripción de otro que lo complemente. Sin embargo, El Mercurio de Santiago, el periódico más importante del país, persiste en que cualquier negociación supone modificar dicho Tratado, lo que implica ignorancia o mala fe.

Los planteamientos de los gobiernos chilenos partidarios de solucionar el diferendo marítimo, han implicado promesas y generado expectativas que algún día hay que cumplir, para lograr entre Chile y Bolivia una amistad y cooperación sin sombras.

Además de la posición oficial, hay que destacar que ha habido ciudadanos chilenos y organizaciones de la sociedad civil que han tomado una postura decidida para que, a través de negociaciones diplomáticas, Bolivia recupere su cualidad marítima.

Los responsables de solucionar el diferendo no son exclusivamente los gobiernos de Chile y Bolivia, sino también el Gobierno del Perú. Corresponde pasar de un enfoque bilateral a uno trilateral. También cabe un rol a las personas y a la sociedad civil. De manera especial a las universidades, las iglesias, las organizaciones de los trabajadores, empresarios y estudiantes.

Loreto Correa, Académica de la Universidad de Santiago de Chile


¿Es posible hoy un acuerdo de acceso soberano al mar por parte de Bolivia?

No, definitivamente, este gobierno ha dejado un espacio para todo tipo de negociaciones comerciales y de integración en todos los niveles. La vía soberana no se encuentra en las plataformas de análisis de ningún organismo, ni autoridad del Estado. Hasta donde tengo entendido, y a la fecha, la Cancillería y el presidente Piñera tienen absoluta conciencia de que no es posible hacerlo.

¿Habrá soluciones graduales para empezar a resolver la mediterraneidad boliviana?
Sí, creo que gradualmente el tema soberano resulta poco práctico a la hora de empezar las negociaciones. En la práctica, la integración física no la requiere, y la comercial, menos. Los acuerdos suscritos entre los dos países proporcionan vías mucho más prácticas y viables para mejorar la relación bilateral en todos los contextos.

¿Qué acciones más o menos inmediatas se pueden pensar en beneficio mutuo?
El tema de los puertos, la seguridad fronteriza, los pasos, el tren y la carretera que nos unen deberían mejorar. Los resultados deberían medirse tanto por el aumento de la balanza comercial a favor de Bolivia, como por un estudio nuevo sobre integración energética. Si Bolivia condiciona la relación a la soberanía, Chile seguirá en su misma postura. Chile no gana nada dando territorio; si Bolivia gana algo, tengo dudas: porque no es un tema sentimental el que prima en la construcción de las relaciones, sino un tema político económico. Porque Bolivia no tiene dinero ni para un puerto, ni para construir otra carretera.

¿Cómo está el sentimiento de los chilenos hacia Bolivia y su demanda de mar?
En relación a la demanda marítima, los avances no existen sino en el contexto del diálogo de la agenda de los 13 puntos, diálogo que en el punto 6º es nulo hasta aquí. La presidencia indígena no ha alterado la relación, hoy se comercia algo más que hace 10 años, pero no tiene que ver con el presidente Morales, sino con la oferta exportadora de ambos países. Hoy se conoce más a Bolivia, esto tiene que ver con la globalización, con la cercanía personal entre Bachelet y Morales, pero no precisamente con su condición de indígena.

La razón chilena

1.El argumento de que la civilización de Tiwanaku tuvo presencia en el Pacífico no es relevante.
2.Así como ciertos historiadores aseguran que  la Audiencia de Charcas tuvo un litoral en el Pacífico, existen otros que afirman, también con evidencia, que no tuvo dicho litoral.
3.Los especialistas chilenos insisten en que, desde la Colonia hasta hoy, Bolivia es básicamente un núcleo altiplánico.
4.En vísperas de la Guerra del Pacífico, la inmensa mayoría de la población y de las minas e instalaciones en el área disputada correspondía a chilenos.
5.En el estallido de la Guerra del Pacífico los gobiernos chilenos se limitaron a dar respuesta a amenazas inminentes: el Tratado Secreto de 1873 entre Bolivia y Perú, cuyo fin era prepararse para enfrentar a Chile.
6.Abraham Koning, representante en La Paz en 1900: “Chile ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó al imperio la Alsacia y la Lorena... Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones. Que el litoral es rico y que vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale...”
7.Es necesario dejar de lado la acusación de que Chile en la época de la guerra fue un país belicista y que buscó el enfrentamiento a toda costa. La verdad es que una parte sustancial de sus dirigentes se pronunció contra la guerra.
8.Entre Chile y Bolivia no hay asuntos territoriales ni de límites pendientes, sino sólo la aspiración marítima de una de las partes; el tratamiento de este asunto es bilateral, privativo a Bolivia y Chile.

Extractado de El Largo
Conflicto, Luis Maira (Chile)

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